miércoles, 16 de octubre de 2013

Ser sueño

Ya nevó en esa orilla
y mi ventana vio cómo ocurría,
llamándome a toda prisa
mientras dormía,
mientras me escondía de la realidad,
realidad equivocada por pertenecer al sueño de tu mundo.
Y el mundo terminó de nuevo.
Y volviste a despertar.
Y volví a desaparecer.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Reflexiones nocturnas

Extraña sensación es la de estar a gusto con uno mismo. Sabe que le faltan cosas, que desearía otras muchas, pero por algún motivo siente que todo llegará en su momento, que solo tiene que esperar, y mientras espera, aprovechar y divertirse un rato, porque esperar sentado aburre. Pero no me refiero esperar a algo por lo que deberíamos luchar, sino esperar a encontrar oportunidades que nos hagan darnos cuenta de qué es lo que queremos conseguir, porque ahora mismo, no se sabe qué se quiere, qué quedará atrás, qué se perderá.

Es jodido llevar un tiempo mal, y creerse que se está bien, quizás por cabezonería, o porque siempre se ha seguido la filosofía de que todo tiene su lado bueno, otra cosa es que se aplique en el momento oportuno, porque todos debemos pasar por lo malo, y debemos de sufrirlo, para poder llegar a saber realmente cuándo se está bien, y qué aplicación le vas a dar al recuerdo que te ha hecho sufrir. Todos llevamos nuestra zona oscura por ahí, escondida, aunque unos con barreras más altas que otros.

Lo más curioso de esto es que me he puesto a escribir automáticamente, cosa que hacía tiempo que me costaba, incluso con los versos, y lo más curioso es que todo esto no sea un verso ni esté escrito metafóricamente. Supongo que estoy saliendo de mi propia recesión y encuentro más momentos para enmarcar que para quemar ahora mismo.

Letras y melodías tristes de Daughter que acompañan una medio sonrisa dibujada a la una y media de la madrugada. Esa es mi realidad ahora mismo. Quizás definitivamente hoy no, pero puedo empezar a decir adiós a muchas cosas, y abrir los brazos a la incertidumbre más cercana.

No sé para quién escribo esto, y si me da igual o no que se publique, pero ahí queda.

Buenas noches.

sábado, 18 de mayo de 2013

¿Me sientes?

Soy nada, soy tu vacío, soy tu falta de verdades,
soy esa oscuridad que besa tu ceguera,
soy tu falta de suelo en el que tropiezas constantemente,
soy aquello que no puedes controlar,
y aunque no quieras, sabes que no puedes hacer nada.
Y tú, solo te abrigas y sudas,
abres los ojos y te deslumbras,
caen mil historias, cien ensayos y dos copas.
Rompes tu rumbo, eres controlada.
Marioneta descalza que anda con una linterna,
no me ves, no puedes,
pero soy quien controla tus cuerdas.

¿Me sientes?

sábado, 6 de abril de 2013

Valor

Sentías cómo te miraban las horas muertas
en las que pensabas que unos extraños
habían valorado aquello que no encontrabas en ti.
Y mientras la bruma de tu pelo oscurece tu rostro
desconfiando de las letras que tapan el blanco de tu piel.
Negro sobre negro, amargo que suena dulce y sabe tan desafinado.
Ser la pluma de tu tinta cuando no encontraste rincón
donde esparcir las cenizas que se disuelven en tus horas muertas.
Tu círculo vicioso, mi vicio de observarlo.
El valor manchado en un papel, que no tiene el valor de escoger el papel de metáfora,
quedándose como mancha que todo el mundo evita para no sentirse sucio.
Tu papel, mi obra.

viernes, 22 de marzo de 2013

Palabras hundidas

Quién puede escribir versos mojados cuando no sabes si es la lluvia quién los escribe, 
o son mis dedos, mi furia, mi bondad, mis lágrimas, o mi inconsciente.
De quién fiarse si no saben más que engañarse entre ellos mismos, si solo lo acabo sufriendo yo.
Solo quiero secar mis palabras hundidas.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Mi Noche

Paso a paso oigo cómo cae la Noche, la oigo a lo lejos, sin hacer ruido, sin molestarla, sin mirarla a los ojos, pero notando su mirada, mirada que recorre cada una de las huellas que olvido tras de mí, cuidando de ellas, en silencio. Nos conocemos, pero no nos molestamos. Ella sabe lo que hice, y yo apenas sé nada de ella, pero la siento. Quizás es todo lo que pueda llegar a sentir, sin embargo, no sé cómo sentirme.
Ella sabe dibujarme, porque solo soy un punto ante sus ojos, en cambio para mí se me hace demasiado grande hacer un simple esbozo de ella, sin que se dé cuenta, escondiéndome de esa luz que invade mis pasos. Ella, solo ella, que desaparece cuando se cansa de esperar, cuando deja de quererme, para que yo pueda salir de mi escondite, sin que ella esté, sin miedo a que me hable y me diga realmente lo que soy. Solo cuando ella está, me escondo y le escribo cartas que nunca leerá.
Ella sigue buscándome, y yo solo quiero que desaparezca, para no tener que escribir más cartas sobre lo que siento.

sábado, 16 de marzo de 2013

Temores rotos

Ser un abismo de temores que no sabe llegar al fondo
como la copa que inundé una y otra vez de olvidos 
para tragármelos y formar parte de ellos
como tú has hecho con tus sentidos
menospreciados y dolidos
que no saben aceptar tu realidad inventada,
mi espejo indefinido.
El brillo de los trozos rotos 
deslumbra a la suerte de quienes quieren ser y no pueden,
de los rostros de oscuros rasgos, 
cicatrices que abren la memoria enraizada en tus imágenes, 
ya no sabes si reales.
Temer lo sentido, lo vivido, pero no lo esperado.
Espera a la vida que todavía no conoces para conocer el momento en el que reflejar tu memoria.

viernes, 4 de enero de 2013

Sombras


Un silencio, frágil momento dedicado a escuchar las sombras,
a las que siempre se les han dado la espalda.
Sombras producidas por los ardientes focos,
que encandilan el rostro de quienes no saben ver en la oscuridad.
Armónicas sombras,
que realzan la silueta de las melodías perdidas en el interior de cada ser.
Qué sombra describe tu melodía...

Mis palabras


Palabras,
hace tiempo que no son lo mismo, hace tiempo que no existen,
y me he olvidado de por qué se escriben.
Expresaban mis melodías, hazañas y mares donde me ahogaba,
mis luces, monstruos y despertares.
Me expresaban.
Ahora no tengo quien me exprese.
Mis huellas no saben dejar rastro y la tierra se funde al son de mis dedos.
Pero a quién le importan estos dedos si solo sabéis ver su acero.
Dime una palabra que me recuerde quién era
y te diré mil palabras que machaquen tu conciencia.