lunes, 25 de junio de 2012

Todos somos B.



I. Algunos recuerdos significativos de B.
0:30 Todos de pie (prefacio)
5:10 Hombre araña
8:10 La familia inventada
13:30 Cosquillas no (esta niña me gusta)
17:50 Vida normal
21:18 B. observa los fuegos artificiales
24:22 Madre ternura
26:44 Adelante, Bonaparte (I)

II. B. pasa de quererse comer al mundo a esconderse en una pequeña parcela
30:39 Adelante, Bonaparte (II)
34:05 Cobarde pecador
36:53 El resplandor
43:56 La hora del acuario
48:40 Moriréis todos los jóvenes
55:24 Sálveme quien pueda

III. El corazón de B. despierta
59:15 Cuando ella toca el piano
64:55 Ayer soñé contigo
68:04 Hay que parar
74:05 Elefante
79:49 El caminet
82:16 Canción sin fin (epílogo)

martes, 19 de junio de 2012

Recordando olvidos

Y es el crujir del viento el que me invade esta noche
retorciendo los huesos de un pensamiento débil y pequeño
que despierta por no inundarse en lágrimas muertas hace algún tiempo.
Pero me alegra haberlo despertado,
porque solo recordando lo que fui
podré saber lo que seré,
porque siempre recordamos más aquello que nos imaginamos
que aquello que vivimos.
Vivimos de recuerdos, y morimos de olvidos.
Elige bien los olvidos, porque yo los recordaré.

lunes, 4 de junio de 2012

Voy andando

Voy regando en una mesa sombras naipes y sorpresas
con las gotas que aún queman los hilos de marionetas
encerrados entre bestias que presiden las torpezas
de mis manos entreabiertas que ahogan hielo y alcohol.
Voy andando estate atenta, voy andando...
Voy tachando de promesas los reflejos de poetas
creyendo que son de piedra las caras que me rodean
para prometer besarte si al fin me voy a otra parte
donde pueda contemplar cómo se muere el dolor.
Voy andando estate atenta, voy andando...
Voy debajo de la noche convencido del derroche
que es llevar la luz a cuestas con cadenas de inocencia
que chirrían en las calles de una vida llena de bares
bares llenos de las penas de las mierdas de arriesgar.
Voy andando hacia la meta.

sábado, 2 de junio de 2012

Recuerdos y mentiras

Siempre deseamos ser inmortales ante el mundo,
vivir, ser reconocidos, ser recordados.
Lo que no entendemos es que nuestras vidas
no se basan en los momentos que vivimos, porque duran muy poco,
sino que se basan en el recuerdo de estos,
recuerdos que nos forjan como personas,
nos realizan con nuestros principios y experiencias
y funcionamos recordando para poder actuar,
pero a veces somos nosotros mismos
los que nos creamos nuestra propia mentira,
creando un recuerdo que nunca existió, pero que existe,
porque si lo recordamos, permanece vivo, y actuamos en función de ello.
Todos nos mentimos para recordar algo que nunca sucedió
pero que actúas como si hubiera sucedido, y te marca en tus acciones.
De quién nos podemos fiar, ¿de nuestra memoria? ¿de postits?
Quién sabe si lo que recordamos es nuestra vida,
pero lo que está claro, es que somos inmortales
mientras el recuerdo de nosotros mismos permanezca en la mente de alguien,
quizás un recuerdo de lo que no somos.

Jazzlife

La vida son piezas de jazz,
en las que actuamos con una base, nuestros principios,
los recuerdos en los que nos realizamos,
pero improvisamos ante ellos, a veces rompiendo el ritmo,
haciendo de solistas en muchos momentos,
mientras que en otros somos el acompañamiento
expectante por ver quién es el solista esta vez,
por ver y sentir aquello que te regalan y forma parte de tu música.
La vida es como el jazz, y nosotros somos los antros que lo viven, si realmente lo sabemos apreciar.