domingo, 27 de junio de 2010

Paciencia.


Cómo reaccionar ante una luz perdida, ante un abismo de incontrolables libélulas desprendidas del hielo, ante una mirada desaparecida en el pasillo. No hay puertas para buscar, no hay pared donde apoyarse, me mantengo en pie ante un cordel de seda, no lo puedo tocar, no lo puedo atravesar, sólo esperar a que se lo lleve el viento. Pero yo nunca veré si se lo ha llevado, la luz ha desaparecido, me busca pero no sabe donde, yo mientras tanto cierro los ojos para imaginarme la luz y así acordarme de ella, para que se acuerde de iluminar.

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