El llanto se ha enfurecido,
la mitad del muro se ha derrumbado,
por favor, no dejes que me canse.
Sólo te dedicas a observar,
pero no sabes, no preguntas,
¿por qué no puedes creer que existo?
La flor te mira y te habla,
tú solo quieres sentarte
donde no habite aquella farola.
Me canso y no haces nada para sostenerme,
dentro de poco amanecerá
y la farola dormirá,
¿por qué no puedes creer que existo?
Eres demasiado grande para serlo.
Sólo queda esperarme a caer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario