Invisible en un mar de muertos,
ojos de un brillante infinito vacío, me inundan.
No puedo hacer otra cosa
que ver cómo se acaba,
ver como te invades de nostalgia.
Sentir...cómo el suelo cierra ante nuestros pies.
Es como un estado de claustrofobia inducida,
no sabes donde pisar, ni como llegar a los sitios,
te acorralas, te inmovilizas, te agachas, sudas y lloras.
Y si el suelo te aprisiona, ¿por qué no escalar?
Qué gran noche para soplar junto al viento,
para intentar ser más poderosos,
para quedarnos sin aliento
e indudablemente derrotados,
qué gran momento de decir algo,
para saber que nos creemos lo que decimos,
aunque sean mentiras,
aunque no sean verdades,
que más da,
si ya no nos queda aliento...